Capitulo II - Cortejo Bilateral

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Y así un día entrando en mi MSN, veo que alguien nuevo quiere comunicarse conmigo, un correo algo extraño. Lo acepto, no tengo nada que perder. Cuando derepente surge el primer mensaje –Ala por fin mierda- . Me quede perplejo pero para mi sorpresa era ella, Lucia, tenia mi correo de alguna manera, al parecer lo consiguió de casualidad mientras indagaba en el sistema de la facultad. Fue de esta manera que nos fuimos conociendo, los dobles sentidos, los coqueteos eran cosa de todos los días, sin embargo quien diría que esa seria la razón de un desenlace temporal.

A los dos nos gustaba el anime pero había uno en particular que toco nuestras vidas, y ella me empezó a llamar como un personaje de ese, al principio fue gracioso, sin embargo al ver que se apegaba demasiado a mi, quise alejarme. Aun no entiendo porque lo hice pero lo hice, supongo que no me gusta que las chicas vayan detrás mío, o será que no estoy acostumbrado, no lo se, solo se que me sentía incomodo. Los coqueteos se sentían extraños, hablar con ella era tarea difícil debido a que solo me centraba en ignorarla. Era increíble como había pasado de idolatrarla a ignorarla completamente, es una de las cosas que nunca entenderé de mí. Pasó el tiempo y sentía que cada vez se apegaba más a mí. Un día que entre al MSN me contó que había soñado conmigo, al parecer un sueño común de un día de estudio, pero con un final algo diferente. Al parecer de alguna forma habíamos llegado a caminar juntos por toda la avenida hasta un parque en donde nos dimos el primer beso. ¿Qué hice respecto a eso? Una evasión completa del tema, no quería saber mas, me sentía como acosado a pesar que sabia que no era eso. Quería que continuara así, pero otra parte mi no lo quería, al final no le di mucha importancia, me dijo que era uno de los pocos sueños normales que tenia, le dije que debía encontrar ese algo que la hacia soñar de manera normal. Al final le dije que ese algo no iba a ser yo, no se porque lo dije, me quería matar a mi mismo, pero supongo que soy así, y deseaba que nunca dejara de buscarme, me sentía muy bien. Sin embargo esto no duraría mucho, hasta una chica se aburre, lamentablemente ella también lo hizo pero de una manera mas tajante.

De un día al otro las cosas cambiaron radicalmente entre nosotros, la chica alegre que me saludaba todos los días al entrar al aula, solo me miraba y tomaba asiento; la que al conectarme era la primera en hablarme, ahora esperaba a que dijera la primera palabra, y se limitaba a dar respuestas cortas. En ese momento empecé a dudar de mi mismo, ¿que era? ¿Un masoquista?, de alguna forma pensé que estaba esperando esto para poder tomar cartas en el asunto, por ende, lo hice. A partir de ese momento me propuse arreglar nuestra relacion a como de lugar, sin embargo, ya nada era igual, había perdido lo que por tanto tiempo había esperado, y lo peor, por mi única culpa. Me sentí miserable en ese momento, desesperado, no sabia que hacer y me negaba a perder a la mujer de la que me había enamorado.

Una noche me entere que escuchaba todos los domingos una radio, aproveche eso y le mande un mensaje pseudo-romántico, después de hablar por media hora con el DJ, para convencerlo que lo diga. Cuando lo dijo, fue como si le hubiera declarado la guerra al destino, desde ese momento las cosas iban enserio, ella seria el amor de mi vida. Al día siguiente, nos miramos y se empezó a matar de la risa, por el mensaje de la noche anterior, yo la acompañe en risas, estaba feliz, hace mucho que no reíamos juntos, era una sensación indescriptible para un lunes por la mañana. Ese día transcurrió de lo mas normal, parecía un día como cualquier otro, pero en la hora del ultimo curso, la vi hablando con Guillermo, uno de mis primeros amigos, y al parecer muy bien, yo había hablado antes con el así que no dudaba de sus intenciones, de la que dudaba era de ella, me asuste y entre en pánico así que le pedí que me acompañara a la biblioteca después de clases. Me acompaño, muy dulce pero muy callada, caminamos juntos subimos tres pisos, devolví el libro que tenia en la maleta, y procedimos a salir del centro de estudios. No tenia porque hacerlo, pero lo hice, la acompañe asta su paradero, el cual quedaba bastante lejos del mío, se despidió con un abrazo, un abrazo que para mi estaba lleno de esperanza, un abrazo que me daba una razón para despertar al día siguiente, uno que me decía, sigue así, lo conseguirás; me despedí con un beso en la mejilla y un tierno “Hasta Mañana”, era lo único que podía hacer en ese momento.

Al día siguiente sucedió casi lo mismo, charlas cortas entre clases, pero al final Guillermo quería que le haga un favor, lo acompañe, al parecer tenia que darle un USB a su primo, pero en el camino se aparece Lucia y decide acompañarnos, no se si porque estaba yo o estaba Guillermo. Llegamos a donde tenia que estar su primo pero el aun no estaba allí, Guillermo se tenia que ir así que me dejo el USB para que yo se lo entregara. Lucia se quedo conmigo y de la nada puso su brazo en mi hombro opuesto, y mi brazo instintivamente se puso sobre su cintura, ¿acaso estábamos como una pareja?, no lo sabia, solo sabia que se sentía bien estar así con la persona que quieres. Así que seguimos así hasta que llego el primo de Guillermo, nos soltamos y proseguí a irme, ella me acompaño tomando mi mano, me quede helado, no sabia que hacer, si la estrecho con la misma fuerza que ella ¿me soltará?, si no lo hago ¿me soltará también?, tenia miedo pero no quería que la soltara, mi corazón empezó a latir mas fuerte de lo normal, la sangre se me subía a la cabeza, estaba feliz, muy feliz, a la vista de los demás éramos como cualquier otra pareja, sin embargo yo sabia la cruda verdad, el único lazo que nos unía en ese momento era la amistad.

A la mañana siguiente sentí que las cosas regresaron a como era antes, incluso cuando salíamos la abrase y tuvo una reacción algo extraña, muy parecida a la incomodidad, me asuste, tenia miedo de que todo lo que había hecho hasta ese momento aya sido en vano, la solté y nos fuimos. La tarde transcurrió normal pero en la noche un mensaje que parecía salido del mismo infierno me llego al celular – nee tu y yo no tenemos nada no?- en ese momento me vi envuelto en una duda tremenda, si le decía que "sí" pudiera ser que ella se alegrase como también puede que se asustase; sin embargo si le decía que no, hubiera sido solo eso, un “no”. Le dije que no lo sabia y ella me respondió, -Que bueno que seamos amigos-. Me asuste, en ese momento sentí que verdaderamente todos mis esfuerzos habían sido en vano, me fui a dormir con la mente en otro lado. Estaba triste, terriblemente triste, una presión en el pecho no me dejaba respirar, un dolor inmenso se acumulaba en mi garganta, y la humedad comenzaba a llenar mis parpados, no quería que seamos amigos, quería ser algo mas para ella, quería ser quien de todo por ella. Sin embargo la vida da vueltas y el destino me tenía preparado una recompensa por mi esfuerzo, algo que en ese momento no me imaginaba.

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